BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS AL ARCHIVO(1994-2014) de la Red de Solidaridad de la Maquila. Para información actual sobre nuestro trabajo sobre salario digno, derechos laborales de las mujeres, libertad de asociación, responsabilidad social empresaria y salud y seguridad en Bangladesh visiten nuestro sitio web, lanzado en octubre de 2015 www.maquilasolidarity.org/es
Seis meses después del colapso del edificio Rana Plaza, más de 2,500 trabajadoras(es) y las familias de otras más de 1,100 que resultaron muertas en el desastre siguen esperando la compensación.
La Red de Solidaridad de la Maquila (RSM) lamenta otro incendio más en una fábrica en Bangladesh y hace un llamado a las empresas Hudson’s Bay Company (HBC), Loblaw, y a todas las otras empresas que han utilizado la fábrica para que aporten una indemnización justa a las víctimas, así como para que trabajen con el programa del Acuerdo sobre Incendios y Seguridad de Edificios, para asegurar que no sucedan más de estas tragedias en el futuro.
Casi cinco meses después del colapso del edificio Rana Plaza en Bangladesh, sólo nueve de las veinticinco marcas invitadas a discutir la compensación para las víctimas asistieron a la reunión convocada por el Sindicato Global IndustriALL, y presidida por la Organización Internacional del Trabajo.
Wal-Mart, Gap y las empresas que eligieron seguirlas, no están dispuestas a comprometerse a un programa bajo el cual tendrían realmente que cumplir las promesas que hacen a las trabajadoras(es) y aceptar la responsabilidad económica de asegurar que sus fábricas sean seguras. En su lugar, ofrecen un programa que imita el Acuerdo de Bangladesh retóricamente pero que omite las características que hacen que un acuerdo tenga significado.
Dos quejas, sobre el impacto que tienen las altas metas de producción y las largas jornadas de trabajo en la salud y seguridad ocupacional de las trabajadoras, exponen las limitaciones del monitoreo de códigos de las iniciativas multipartitas.
Seis empresas internacionales de confecciones habían enviado una carta abierta al Presidente de Perú apoyando que se deroguen tres artículos de una ley que desde hace décadas permite, a los empleadores del sector de textiles y confecciones para exportación, las contrataciones consecutivas de corto plazo, negándoles a miles de trabajadoras(es) seguridad laboral, derechos de antigüedad, acceso a cobertura médica y de retiro, y derecho a organizarse y negociar colectivamente.
Mientras Apple realizaba su asamblea general anual en Cupertino, California el 27 de febrero, activistas del grupo de derechos laborales Estudiantes y Académicos Contra la Mala Conducta Empresarial (SACOM por sus siglas en inglés) se manifestaron frente a las tiendas de Apple en Hong Kong para protestar por el abuso continuo de las trabajadoras(es) que manufacturan los populares productos electrónico de la empresa.
Cuando la manufacturera canadiense de camisetas Gildan Activewear adquirió a Anvil Knitwear, en mayo de 2012, hubo una comprensible preocupación entre las trabajadoras(es) de la fábrica sindicalizada STAR, en El Progreso, por la seguridad de su empleo. Después de todo, Gildan era la misma empresa que había cerrado una de sus fábricas en El Progreso, ocho años antes, con el fin de evitar tener que aceptar y negociar con un sindicato.
Después de meses de negociaciones con grupos de derechos laborales (incluyendo a la RSM) para unirse a PVH Corp. y Tchibo en un programa integral de seguridad contra incendios en Bangladesh, Gap Inc. rompió las conversaciones y anunció que implementaría su propio programa, controlado por la empresa misma, en el cual el monitoreo de la fábrica estaría controlado enteramente por Gap, sin transparencia ni participación de trabajadoras(es) y sindicatos, sin compromiso de pagar a las fabricas proveedoras precios por las prendas que les permiten operar responsablemente, y sin ningún tipo de compromiso obligatorio.
En febrero de 2011, la Colectiva de Mujeres Hondureñas (CODEMUH) presentó un reclamo ante la Asociación Trabajo Justo (FLA por sus siglas en inglés) sosteniendo que 57 trabajadoras(es) en las fábricas hondureñas, propiedad de la manufacturera canadiense de camisetas Gildan Activewear, habían sufrido enfermedades profesionales debido a extensos turnos de trabajo, el intenso ritmo de producción y las altas metas de producción.